jueves, 13 de septiembre de 2012

RUDRAKSHA



Deriva del sánscrito rudra-aksha, ojo o lágrima de Rudra (Shiva). Nombre científico: Elaeocarpus ganitrus. El árbol de Rudraksha es alto, de hojas anchas, crece en las estribaciones del Himalaya. También se encuentra en la zona central de Nepal. Las semillas de Rudraksha están cubiertas por una envoltura de color azul cuando están completamente maduras. Por esto a veces se las llama “semillas blueberry”. Las semillas muestran cierto tipo de ranuras en su superficie, y están clasificadas de acuerdo a la cantidad de ranuras o divisiones que muestran. La más común es la de cinco caras, que representa a Shiva como una de sus expansiones, Kalagni.



Origen

Se cuenta en las escrituras que Shiva peleó contra el demonio llamado Tripura quien no podía ser vencido por nadie. Shiva invocó el arma llamada aghora, un arma terrible de fuego, que destruyó al demonio. Durante mucho tiempo después, Shiva quedó con los ojos abiertos meditando en el arma aghora, vigilando el bienestar de todos en el universo. Por esta razón Sus ojos fueron afectados y derramaron lágrimas. De tales lágrimas creció el árbol de Rudraksha para el bienestar de todos, tanto humanos como semidioses.

Las cuentas de Rudraksha son de 28 variedades. Del surya netra (ojo derecho) que simboliza el sol hay 12 variedades, y del soma netra (ojo izquierdo) hay 16 variedades.

Desde entonces el árbol de Rudraksha crece en la tierra de Gauda, la favorita de Shiva (desde las estribaciones de los Himalayas y centro de Nepal hasta el este de India). Aun así, también este árbol es encontrado en Bhutan, Myanmar e Indonesia.

(Fuente: Shiva Purana, Padma Purana, Devi Bhagavatam cap. 8 y 12, Rudraksha Jabalopanishad.)



Importancia

Rudrakshas han sido usadas por místicos y yoguis desde tiempo inmemorial. Las escrituras hablan de ciertos poderes latentes en las Rudrakshas que benefician a quien las usa. Sus propiedades electromagnéticas naturales ayudan a la concentración. Cuando son usadas como rosarios (malas) o dijes alrededor del área cardíaca, reducen el estrés, regulan el ritmo cardíaco y la circulación sanguínea, resultando en una sensación de paz y alivio. Por esta razón las Rudrakshas son ideales para quien practica ejercicios espirituales.
 


Las semillas de Rudraksha han sido usadas tradicionalmente por Asiáticos. Yogis Asiáticos y Monjes encontraron que meramente colocándose las semillas de Rudraksha asombrosamente les daba una tremenda tranquilidad, concentración, que los ayudaba a meditar por un largo periodo de tiempo con un control espectacular sobre su mente.
 
 
 

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